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29th Feb 2008

Hoy: Painco

Me ha costado mucho decidirme, pero finalmente he sacado a este ser del baúl de los recuerdos.

Painco es un personaje que se creó en la época del colegio, hace ya muuuuuuuuuuuchos años. En esa época todos teníamos motes, yo era el “Enano” (siempre fui el más bajito de mi clase hasta que llegó esa edad del estirón y al fin dejé de serlo), otro amigo era el “Moker” o “Sniffler” (por un accidente nasal que tuvo cierto día), teníamos al “Viejo” (simplemente por llamarse javier, le decíamos javiejo pellejo), al “Chino” (quién no ha tenido un chino en su pandilla, aunque a este realmente tenía rasgos ligeramente orientales) , el clásico “Moyé pejeta flowe” (digamos que era una traducción libre de su nombre y apellidos), los hermanos “Belvedere y Mr Bean” (dos críos que eran hermanos y a los que llamábamos así por ningún motivo en espevial), el “Breva” (por su famoso chaquetón verde, que le hacía parecer una breva), el “Menú” o “Menuta” (por el hecho de llamarse manu), o el “Higo ácido” (también por llevar un chaquetón verde… pero de un verde más chillón que el “Breva”)

“Painco”, según me contaron, derivó de alguna forma de la fusión entre “piccolo” y “pans & co”, que a su vez sufrió distintas variaciones como “pinco”, “pinquito”, “pincolo”, “paenco”, etcétera, todas válidas y aceptables. Painco era (y supongo que aún es) un chaval muy simpático y bastante normal, pero cada dos por tres otros compañeros de clase que vivían en su mismo barrio y con los que tenía más contacto me hablaban de historias increíbles, trolas que Painco contaba que le habían ocurrido en la vida real, como un día que iba en coche con su familia y el vehículo estuvo a punto de caer por un acantilado, quedándose al borde del mismo y oscilando como una balanza, para que a continuación apareciera un pajarito salvador que se posara en el capó del coche, haciendo que este volviera a su horizontalidad y salvándolos de una muerte segura.

Qué había de verdad o qué había de mentira en estas historias la verdad es que me importaba poco, de hecho es posible que mis compañeros exagerasen bastante las cosas que se suponía que decía “Painco”, o quizás no. El caso es que las historias eran un puto descojone y había que plasmarlas de alguna manera para no olvidarlas. Fue entonces cuando mi compi y yo comenzamos esta aberración de cómic, que como ya digo, poco tiene que ver con la persona real (y a la que mando un abrazo si llega a leer esto algún día) pues casi todas las paridas están exageradas hasta límites insospechados, inventándonos gran parte de la forma de pensar de “Painco Bruster” (sí amigos de los 80/90, es una parodia de Punky Brewster) para convertirlo en el personaje más lamentable y risible de la historia. Es bastante probable que muchas de las coñas que aparecen en el cómic no las entendáis, porque gran parte de ellas pertenecen a nuestra cosecha particular de palabros y bromas de esas que hay en todas las pandillas y que en ocasiones penséis “cojones vaya mierda de dibujos”, lo cual es comprensible porque como ya digo, era un cómic que hacíamos en mitad de clase a toda prisa en las hojas de mi propio cuaderno y había que andar escondiéndolo cuando los profesores se levantaban para ver que estaba haciendo el personal.

En fin, os dejo la portada para que os vayáis haciendo una idea de lo jodidamente underground (por no decir CUTRE) que es el cómic, e iré posteando páginas con cierta frecuencia. Si veo que a pesar de los años, de las coñas privadas, y de lo cutrísimo que es, la cosa hace gracia a la gente, igual considero continuarlo.

Un saludo ciberpaincos.

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