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Suicide Corner » Blog Archive » Sin ánimo de molestar: carta de un universitario

Un amigo, compañero y alumno de la Facultad de Filosofía, en Sevilla, ha enviado un email a todo y cada uno de los miembros de dicha institución para hacer pública la opinión y malestar de muchos de los estudiantes dado el ambiente y la situación existente en la misma, llamando la atención sobre la necesaria labor ejercida por los docentes y la responsabilidad que acarrea.

Siento la extensión y a la vez pido un poco de paciencia, pero  me parece que lo que dice es bastante interesante y digno de una reflexión posterior.

Respetados doctores/as y muy ilustres miembros de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Sevilla:

Me dirijo a todos ustedes (empezando por el decano hasta el último profesor ayudante, a todos aquellos que, en definitiva, den clase o dirijan y tengan una responsabilidad dentro de la facultad tanto en el plano docente como en el ejecutivo) con el debido respeto, en parte debido a que ustedes mismos en las clases han hecho referencia en repetidas ocasiones al celebérrimo informe de PISA que tan de actualidad está en las últimas semanas cuyas 126 páginas he leído con atención, debido a su insistencia, aprovechando este puente (www.educacionenvalores.org/IMG/pdf/pisa.pdf) y que doy por supuesto, teniendo en cuenta su leal compromiso contraído en su día con la Educación, que también han leído.

Como colectivo que son, me dirijo a todos en general (he anotado una a una las 46 direcciones electrónicas que hay en la guía de la facultad 07/08) y a quien se sienta aludido/a por el contenido de estas líneas en particular.

Quisiera recordarles lo que son dentro de la Universidad: educadores, por si a alguno de ustedes se le ha olvidado, y hacerles de nuevo reflexionar sobre la magnitud e importancia de la tarea que desempeñan: educar.

Es cierto que pueden rebatirme diciendo que la educación es una tarea que comienza en la casa de cada uno, incluyendo al estudiante mismo y también que estamos en el ámbito universitario cuyo fin principal no es el de educar; y que se encuentran/enfrentan con personas adultas, y que la tarea educacional corresponde a las enseñanzas primaria y secundaria, que ustedes no tienen nada que ver en ello y que blá, blá, blá. Falso, la educación es una tarea que se desarrolla desde que nacemos hasta que morimos cada uno de nosotros y que nos concierne a todos los que arrastramos un compromiso, desde el instante en que vivimos dentro de una sociedad, ese compromiso fue contraído hace milenios y que (aunque esto ya es, atendiendo a la situación actual, cuanto menos, dudoso) continuará una vez que nosotros no estemos aquí; claro que esto, casi todos lo hemos olvidado.

Además, ustedes se encuentran en un porcentaje altísimo de los casos con personas que entran a la Universidad con dieciocho años, que están asistiendo una media de cinco horas de clase diarias (el absentismo sería otro tema a tratar a parte en el que no quiero entrar) durante ocho o nueve meses al año a lo largo, al menos, de un lustro de su vida; al margen de las horas de estudio que cada uno dedique a la materia que ustedes imparten; y cuyo paso por la institución universitaria, seguramente, marcará un hito (según la sexta acepción del diccionario de la RAE) más importante de lo que ustedes piensan, tanto en su vida intelectual como en la personal. Es parte de su tarea conservar, motivar y desarrollar el carácter potencial de individuus/individudes de sus alumnos.

¿No son acaso ustedes, personas doctas, representantes, paladines y paladinas del humanismo? ¿No son ustedes como se jactan de pregonar en algunos casos, humanistas, personas cultísimas, filósofos instruidos en las ciencias humanas y con muchos años de lectura, reflexión y sabiduría a sus espaldas? Pues utilicen su “vastísima cultura”, en formar a seres humanos y no en tratarnos como a homínidos. Dejen su prepotencia, su estúpido engreimiento/engrandecimiento personal y sus rencillas particulares a un lado, y dedíquense a ser responsables, serios, organizados y consecuentes con su trabajo (para algo les pagan, perdón, les pagamos) y esfuércense y dedíquense a hablar entre ustedes, a trabajar, a organizarse y a enseñarnos a nosotros, a los estudiantes que se esfuerzan y toman en serio también su trabajo de estudiantes (estas palabras se pueden aplicar tanto a ustedes como a nosotros). Una vez salgan de sus/nuestras aulas y sus/nuestros departamentos pueden hacer lo que les venga en gana.

Todos, por supuesto, somos responsables de los resultados obtenidos y nos hemos ganado a pulso el estado en que se encuentra la Filosofía en la actualidad, tanto profesores/as como estudiantes, tanto políticos como familiares, cualquier miembro de la sociedad, en definitiva, que cada uno se responsabilice de su porción del pastel.

No quería que esto se convirtiera en una perorata interminable, de hecho, soy consciente de que muchos de ustedes no leerán estas palabras y en el caso de que lo hagan no las tendrán, la mayoría, en consideración o se burlarán de ellas, y también sé que tal vez me he extendido y extralimitado más de lo necesario y de lo que tenía pensado hacerlo en un principio, lo de “la rebelión de las masas” siempre me ha dado igual, pero comprendan que debido a la magnitud del asunto del que se trata, y porque es algo, que me duele de manera personal y abisal, es un tema sobre el que se ha hablado y se seguirá hablando indefinidamente…tal vez sería mejor hablar menos y actuar más.

Me conformo solamente con que esto sirva, al menos para que una sola persona piense durante un segundo y se ilusione o se re-enamore aunque sea por un breve instante de la bellísima labor a la que se debe y a la que en su momento decidió dedicarle gran parte de su vida. Espero que no se haya cumplido en ustedes el pensamiento de Kafka de que “el que ha amado con pasión aborrece con furor”.

También me gustaría recordar lo que dije al principio: que esto no es un ataque personal a todos ustedes en conjunto. Tengo el placer y el orgullo de haberles conocido e impartido clases (hablo en pasado, presente y espero que en futuro) con algunos y son depositarios muchos de mi infinito aprecio, respeto y admiración personal, y es a ellos a los que no desearía molestar; pero también he tenido la desgracia de haberlo hecho con otros y de sufrir la calamitosa organización y las rencillas de esta facultad, y es a éstos últimos (conocidos en primera persona o por referencias tanto de compañeros como de profesores) a los que van dirigidas mis palabras, pero considero que esta llamada de atención, esta queja, debe ser recibida por todos, tanto ustedes como nosotros, de otra forma quedaría fagocitada y aplacada por los que se sintieran incomodados.

Dejando al margen las opiniones, posicionamientos y la credibilidad que cada cual tenga, en y sobre los informes/encuestas, de alguna manera hay que materializar algo tan abstracto como es lo que pretende tratar el estudio PISA (ustedes mismos nos evalúan mediante cifras y exámenes), y ahí están los resultados. Les envío al final de estas páginas tres tablas que he elaborado yo mismo con los datos extraídos del informe (pág. 70) y que considero representación y resumen significativos. Como dijo Vico en su famoso aforismo: verum ipsum factum, aplicando la frase del genial pensador italiano a este hecho concreto, al margen de cualquier tipo de ideología, afinidad o no de cada uno. Todo lo demás, la manipulación que se quiera hacer de los datos, tachándolos de viciados de antemano, maquillándolos y poniendo excusas para escurrir el bulto, es decir, las responsabilidades que a cada uno nos corresponden, es pura charlatanería.

Por mi parte, desde mi modestísima posición, no les mando esto con ningún tipo de afán de protagonismo, ni creo que tenga ningún mérito, estoy seguro y me consta que muchos compañeros piensan igual que yo, ni que este gesto sea particularmente incendiario o provocador, ya dijo, mi queridísimo Nietzsche que todo aquello que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal y creo, en este caso, que todos nosotros profesamos un amor incondicional a la (Filo)Sofía.

Pese a aborrecer, por motivos que no vienen al caso, todo lo que tenga que ver con el politiqueo y la burocracia (siendo este correo, tal vez, una contradicción), intentaré enviar este e-mail personalizándolo en cada caso (aunque me río y sé que no será tenido en cuenta ni leído), además de a todos ustedes, tanto al ayuntamiento de Sevilla como a las diferentes autoridades e instituciones andaluzas. De la misma manera, se lo enviaré a aquellos de mis compañeros a los que tenga ocasión de hacerlo, animándolos a que hagan lo mismo y unan sus firmas a la mía para ver si lanzando muchas piedras diminutas logramos hacernos oír para remover y renovar las aguas muertas de este estanque. Y para que al menos, se sepa que una parte del pueblo tiene memoria y que no está muerta.

Que sirva, el informe, de advertencia alarmante para todos, o tarde o temprano nos terminará reventando físicamente en la cara sino lo está haciendo ya; y seamos víctimas de una situación aberrante ante la que los Marinetti, Evola, Tzara, Breton, Artaud, Brech y compañía (por nombrar sólo algunos ejemplos recientes y cercanos a nosotros) hubieran saltado, sin dudarlo, para incomodar y hacerse notar, ante el aletargamiento general, enrabietados, avergonzados e indignados. Me gusta imaginar lo que esta gente hubiera hecho en la actualidad con los medios de los que disponemos nosotros teniendo en cuenta la que armaron sin ellos en su momento.

Las masas juntas y puestas de acuerdo, siempre han sido peligrosas y han logrado grandes cosas (bien sabía esto, por ejemplo, Robespierre, ferviente partidario de mi admirado Rousseau), lástima que ahora vivamos en una cultura líquida donde por pasotismo, estupidez, alienación, porque tal vez esta sea la condición humana y no tenga remedio o por lo que sea, no lo estemos; y que sea la prepotencia, la vagancia, la envidia, el odio o el egoísmo mal entendido los que tienen el protagonismo en detrimento de la humildad, la fraternidad, el compañerismo, la responsabilidad, el trabajo, la justicia y el respeto.

Un cordial saludo.

Atentamente.

José Ángel Gxxxxxx Axxxxxx. D.N.I. 52XX6X5X X

Alumno de la Facultad.

Sevilla, 8 de Diciembre de 2007




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